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lunes, 2 de abril de 2012

Fiebre del oro: un pueblo contra una minera canadiense



En Paso Yobai, la explotación de Latin American Minerals deja al estado sólo el 5% de la producción. La gente del lugar, mineros artesanales, no quieren ceder el 95% restante.

Edición Impresa: viernes, 30 de marzo de 2012

Fiebre del oro: un pueblo contra una minera canadienseun minero independiente cava en un socavón de Paso Yobai. (AFP)

Agencia AFP

La otrora apacible región de Paso Yobai, a 250 km al sureste de Asunción, se convirtió en escenario de violencia, pero también de progreso por la "fiebre del oro", el preciado recurso que tensa la relación de los moradores del lugar con una compañía canadiense.

"Estamos sentados sobre oro. No se extrajo todavía ni el 1%", afirma exultante el joven intendente de Paso Yobai, Edgar Chávez, al exhibir una piedra, sentado sobre una roca, ambas increíblemente resplandecientes. Más atrás, en medio de una gigantesca cantera a cielo abierto, de unos 40 metros de profundidad, se observan paredes de roca de iguales características.

Hombres con picos y palas, con retroexcavadoras y motobombas para secar el agua, excavan día a día en un trabajo duro y extenuante para seguir una veta que se extiende aproximadamente 1.200 metros, según sus cálculos.

A las rocas extraídas las alzan sobres sus hombros hasta un camión que las deposita en un molino, donde son pulverizadas para extraer el oro.

El político, de apenas 29 años, lidera un movimiento de pobladores que reclama del gobierno la derogación de una ley que concedió a la compañía Lampa (Latin American-Paraguay INC), subsidiaria de la canadiense Latin American Minerals Inc, la explotación del mineral.

Pero la ministra de Minas y Energía, Mercedes Canese, dijo en forma categórica que el gobierno respetará la ley de concesión.

"Lampa solo se compromete a dar 5% al Estado. Es inconcebible que el 95% de la riqueza vaya a parar al extranjero y, en contraste, nosotros sigamos sumergidos en una pobreza alarmante", señala el jefe comunal.

A la cabeza de unos dos millares de mineros artesanales, Chávez pidió al Parlamento que modifique la ley de minas.

"Cualquiera viene y se lleva toda nuestra riqueza sin que nadie pueda remediarlo. El gobierno tiene que defender nuestros intereses", insiste.

Juan Carlos Benítez, jefe visible de la empresa, señala que Lampa invirtió 12.000.000 de dólares para reunir todas las condiciones exigidas por el gobierno para explorar y explotar el oro.
La producción se inició oficialmente en febrero pasado, en medio de incidentes y agresiones cuando los llamados mineros artesanales sitiaron la sede de la compañía.

"Nos obligaron a permanecer adentro por más de 24 horas hasta que se retiraron", relató Luis Amarilla, encargado del personal, compuesto por unos 200 empleados, el 90% residentes en Paso Yobai.
El vehículo de Guido Pérez, corresponsal del diario ABC de Asunción, sufrió la rotura del parabrisas. "Tuve suerte. Me hubieran matado si no me arrancaba el auto", relató.

Aún en medio de la hostilidad, la compañía está determinada a buscar un punto de acuerdo "para una convivencia pacífica", señala Benítez, geólogo de profesión.

La compañía prevé la extracción de 3.000 toneladas de materia prima por mes. Se estima que por cada tonelada se extraen 2 gramos de oro.

Preguntado si efectivamente como afirma Chávez, la comunidad está "asentada" sobre oro, asiente diciendo que "existen muchos indicios". "Todavía nos falta confirmar si el volumen de oro es económicamente explotable", subraya.

Sin embargo, las evidencias son muy claras.
Esta comunidad ubicada en el cruce de dos arroyos (yobai, en lengua guaraní) estaba resignada a ver pasar el tiempo sumergido en el olvido y el abandono paulatino de sus jóvenes, condenados a emigrar en busca de mejores horizontes.

Pero a mediados de los '90, un minero ecuatoriano que vino casualmente de visita cambió la vida de los lugareños: descubrió pepitas de oro en el arroyo Santa Clara mientras se refrescaba en sus aguas con unos amigos paraguayos.

Desde entonces, comenzó la explotación de manera artesanal. De 10 años a esta parte, la población casi se duplicó.
Se observan coches con chapa argentina, brasileña. Se instalaron peruanos, bolivianos, ecuatorianos, uruguayos, colombianos.

"Aquí nadie avisa que encontró oro. Se ve en los hechos, cuando de repente se edifican casas de material cocido o a los beneficiados se los ve circular en cuatro ruedas, de la noche a la mañana", relata el padre Gustavo Ovelar, cura párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Paso Yobai.

"Me contó el dueño de una bodega (venta de bebidas) que a veces llegan algunos que pagan su cerveza con oro".

En coincidencia con el Día de la Asunción, el 15 de agosto, el pueblo celebra el Festival del Itayú (oro, en guaraní).

Si bien los portavoces de la comunidad prefieren no recordar, la fiebre del oro ya ha tenido su secuela de crímenes. El más sonado ocurrió a fines de mayo de 2011. Las víctimas: un joven de 23 años y su madre. Tres enmascarados en moto atacaron su humilde vivienda.

El padre, que salió a su encuentro, sufrió un escopetazo que le destruyó el ojo izquierdo antes de caer desvanecido. Los malvivientes lo creyeron muerto.

Emérito Acosta, el sobreviviente, admitió que buscaban 12.000 dólares, "producto de una venta".
La codicia muchas veces transforma, convierte en suicidas a algunos, como la tragedia que envolvió a la familia González.

Dos hermanos y el padre excavaban dentro de su vivienda a una profundidad considerable cuando descubrieron la veta.

El padre dijo a sus hijos que se detuvieran, por el peligro que significaba seguir cavando en esas condiciones. No le hicieron caso y la tierra se desmoronó. Murió uno de los jóvenes, Fidel, de 23 años.
"Yo hice el responso", precisó el padre Gustavo.
http://www.losandes.com.ar/notas/2012/3/30/fiebre-oro-pueblo-contra-minera-canadiense-633107.asp

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Campaña Nacional de Firmas por el NO a la Minería Química a Cielo Abierto
y la Minería Nuclear en todas sus formas

Los ciudadanos del territorio argentino decimos NO a la minería química con la modalidad a "cielo abierto" y a la minería radiactiva en todas sus modalidades (cielo abierto o por galerías).

  • Pedimos la nulidad y derogación de la Ley de Inversiones Mineras (Ley Nacional 24.196) y normas complementarias.
  • Exigimos la derogación y anulación por parte de la República Argentina del "Tratado de Integración Minero Argentino-Chileno".
  • Reclamamos el cierre definitivo y la recomposición del ambiente, según el art. 41 de la Constitución Nacional, de todas las minas abandonadas y aquellas que están funcionando y no respetan la ley general del ambiente (ley nº 25675).
  • Pedimos previa autorización expresa para la utilización de recursos hídricos compartidos de las poblaciones de las provincias potencialmente afectadas por un emprendimiento minero que se expresarán por referéndum y demandamos la participación de la autoridad ambiental nacional en caso de efectos ínter-jurisdiccionales.
  • Pedimos se respeten estrictamente los principios ambientales preventivo, precautorio y de sustentabilidad contenidos en la ley general del ambiente y la sanción de caducidad de las concesiones mineras en caso de incumplimiento.
  • Reclamamos la detención y prisión de los empresarios mineros que contaminan el medio ambiente con sus delitos y la misma condena para los funcionarios públicos cómplices.
  • Denunciamos los planes nucleares que se fomentan desde el gobierno y enriquecen a los empresarios mineros que desarrollan emprendimientos mineros radiactivos.
  • Reclamamos expresa "Licencia Social" y participación ciudadana real y efectiva previas a los procesos de autorización de actividades mineras.

¡Sí a la vida y a la dignidad! ¡No al saqueo, destrucción y contaminación!

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